El Titanic no sólo era un barco creado para los viajes por el océano, ya que también era una obra de arte, pues casi todo el barco estaba plagado de lujos (aunque no todo eran lujos, porque había zonas del barco dedicadas a las ya nombradas segunda y tercera clase). Ahora vamos a pasar a nombrar algunos de los muchos lujos del barco: había dos camarotes que sobresalían, pues medía 15 metros de largo tenían cubiertas de paseo privadas y paredes como las del período Isabelino. Los otros camarotes de primera clase también eran muy lujosos. Estaban decorados según diferentes estilos. Y no sólo había camarotes lujosos, también podíamos encontrar ascensores, baños turcos, piscina, cafés y unas escaleras trabajadas a mano con mucho detalle y muy decorada.
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